miércoles, 15 de abril de 2015

Microrrelato del Quijote






 LA SALUD DEL CUERPO NO SE FRAGUA EN EL ESTÓMAGO


-Cuando va al médico mi abuelo, que es muy goloso y además tiene colesterol, se me figura a Sancho en la aventura de la Ínsula Barataria: el médico empieza a decirle todo lo que no debe comer y el pobre llega con una tristeza a casa... Mi abuela lo pone a dieta y lo controla porque si s descuida un momento... ¡ya está comiendo pan hasta con la fruta! Hace unos días nos preparó una receta tradicional  de su pueblo que le encanta, que la cual engorda una barbaridad, pero el no le da importancia y se la come con un gusto... luego se preguntará porque los pantalones no le abrochan bien de la cintura. También recuerdo hace una semana o así que mi abuela no estaba en casa y nos confesó que estaba, aprovechando que ella no estaba para ¡atiborrarse de bocadillos y dulces! Y ¡claro! ¿Cómo no? Se puso malo, malísimo y tuvimos que ir a urgencias al hospital. Desde entonces parece que ha tomado conciencia de que comiendo bien se encuentra más ágil y más delgado y le duelen menos cosas. Mi abuela, gran lectora del Quijote, le da el mismo consejo que le dio nuestro casellero a Sancho : “Come poco y cena más poco, que la salud de todo el cuerpo se fragua en la oficina del estómago”. Pero cuando nos cuenta estas historias me parto de risa.                                            

1 comentario: